SI SOY LUZ

Te he venido oliendo por la calle como un animal.

De pequeña un día mi padre me dijo que no mirara la televisión acostada porque se enfadaría mucho si me tenían que poner gafas. La verdad es que las amenazas de mi padre son muchas y ninguna se cumple, pero aquello me quedó grabado y cuando empecé a ver mal pensé que aquello era culpa de ver la televisión acostada. La cuestión es que no dije nada. A la que las letras se alejaban un poquito se juntaban y formaban letras inventadas que más que letras parecían canjis.
Así que empecé a distinguir a la gente por una característica única en cada uno de nosotros, el andar.
La gente se rie de mi cuando ahora, con gafas, sigo distinguiendo a las personas por su forma de andar. De lejos, antes de que se pueda reconocer al espécimen por la cara o su altura, yo ya lo sé.

Cuando le veo a lo lejos, se que es él, tuerzo en la primera esquina y esquivo a ese chico que tiene el andar más reconocible, o por lo menos lo intento, aunque voy por la calle buscando esa cojera leve para por lo menos verte de lejos.

PD: Ahora que ya llevo gafas sigo viendo la tele acostada.

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La Canción es de Caníbala, pero no encuentro manera de ponerla, así que... no hay, hoy no hay.

Te he venido oliendo
por la calle como un animal.
Te he venido oliendo
Por la calle como un animal.
Y si vas mi vida
por un rumbo malo,
llevo todavía en cada paso
tu velocidad.

Te busqué,
lo mismo que buscó la herida
al puñal.
Que mata o viene a dar la vida.
Te busqué,
te dije si soy luz
me quemo adentro,
me quemo adentro,
me quemo adentro,
me quemo adentro,
me quemo.

Una vez te dije
al oído lo recuerdas bien.
Una vez te dije
al oído lo recuerdas bien.
Si soy luz solo es
porque me estoy quemando
pero llevo siempre tu secreto astrago
Una vez te dije
al oído lo recuerdas bien,
Una vez te dije una verdad a medias,
creeme,
que tengo la verdad entera,
una vez te dije si soy luz.
Me quemo adentro.